La que vale, vale. Y Heidi Klum humilla. Basta con que se ponga una camiseta elegante y entorne un poco la mirada y ya nos ha seducido a todos. Aquí os dejo la prueba.
La que vale, vale. Y Heidi Klum humilla. Basta con que se ponga una camiseta elegante y entorne un poco la mirada y ya nos ha seducido a todos. Aquí os dejo la prueba.